Naturgy es una compañía dedicada a la generación, distribución y comercialización de energía en la que el cambio climático es uno de los ejes principales de nuestro Plan Estratégico. Llevamos años analizando y gestionando los riesgos climáticos de nuestros negocios y progresivamente dicho análisis se ha ido incorporando en la gestión de las actividades a todos los niveles. Actualmente estamos reportando la gestión de los riesgos climáticos siguiendo las recomendaciones del TCFD: encontramos que es una herramienta clave que aporta transparencia, y da soporte en el proceso de gestión de riesgos climáticos, ayudando a la identificación de oportunidades de crecimiento a través de acciones de mitigación y adaptación durante la transición hacia una economía baja en carbono.

No obstante, la implantación de dichas recomendaciones conlleva una serie de desafíos, ya que agrega mayor complejidad al proceso de reporting, gran esfuerzo en la recopilación y el análisis de los datos, las incertidumbres a las que está sujeta la modelización del clima, falta de claridad y homogeneización en las de metodologías de cuantificación de los impactos en estados financieros.

Introducción al contexto TCFD y al diseño y desarrollo de servicios climáticos.

La “litigación climática” es un concepto relativamente nuevo, que se refiere a reclamaciones presentadas ante órganos judiciales, nacionales o supranacionales, referidas a la mitigación o adaptación al cambio climático.

Las cuestiones jurídicas que se plantean pueden ser de naturaleza diversa, todas ellas importantes: legitimación activa y pasiva; el valor de las opiniones científicas sobre el cambio climático; la relación entre cambio climático y los derechos humanos; o la relevancia de estas situaciones en los grupos de empresas.

En esta ponencia se explicará la relevancia que tiene este tipo de litigios en cuanto a que se refieren a reclamaciones en las que se alega que determinados gobiernos o empresas no cumplen sus obligaciones en materia de lucha contra el cambio climático. Todo ello se hará tomando como base decisiones de tribunales, para sacar conclusiones prácticas a partir de ellas.

En general todas las actividades económicas dependen de la naturaleza. Sin embargo, la naturaleza se está perdiendo a un ritmo sin precedentes, generando graves repercusiones para la economía y la sociedad.

Las prácticas actuales de integrar principalmente los riesgos climáticos y no considerar los riesgos de la naturaleza no garantizan un sistema financiero sostenible. El cambio climático y la pérdida de la naturaleza son dos caras de la misma moneda. El análisis y mitigación de los riegos de la naturaleza ayudará no solo a fortalecer la resiliencia del sistema financiero, sino también a impulsar una transición justa y sostenible.