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Reducción de chatarra espacial mediante la instalación de antenas de tecnología impresa en satélites.

Autor: Eduardo Martínez de Rioja del Nido
Profesor
URJC - Universidad Rey Juan Carlos
Tipo: Ponencia
Actividad: ST-30 Teledetección y sensores ambientales
Temática: Calidad ambiental y salud
Documento asociado:  

Resumen:

Desde el lanzamiento del satélite Sputnik en 1957, se han lanzado toneladas de cohetes al espacio, llegando a generar unas 8.000 toneladas de basura espacial. La basura espacial engloba cualquier pieza, generada por el ser humano, que orbita sin control alrededor de la Tierra. Estos desechos espaciales abarcan desde pequeños tornillos hasta satélites inactivos del tamaño de un automóvil.

El número, la masa y el volumen de estos desechos es cada vez mayor, hasta el punto de que se prevé que la principal fuente de basura espacial sean las colisiones entre los actuales desechos espaciales y los satélites en funcionamiento. Actualmente existe una clara tendencia hacia el uso de satélites de menor tamaño, gracias al importante ahorro económico en términos de fabricación y de costes de lanzamiento con respecto a los satélites convencionales de mayor tamaño.

Al final de la vida útil de un satélite pequeño, este puede desintegrarse por completo de manera natural al reentrar en la atmósfera terrestre, sin generar fragmentos que alcancen la superficie causando daños de consideración. Sin embargo, existen factores que limitan una posible reducción del tamaño de los satélites convencionales.

Los satélites geoestacionarios de alta capacidad, encargados de proporcionar acceso a internet de banda ancha, necesitan llevar a bordo un voluminoso sistema de antenas para proporcionar servicio. Este sistema, formado típicamente por cuatro antenas reflectoras de más de dos metros de diámetro y un centenar de cadenas de alimentación, requiere un elevado volumen de almacenamiento en el satélite.

La sustitución de este sistema de antenas por otro que reduzca a la mitad el número de reflectores y cadenas de alimentación permitirá la fabricación de satélites geoestacionarios de menor tamaño, e incluso con capacidad de operar en múltiples misiones, minimizando el número de satélites geoestacionarios necesarios en órbita.


















Este proyecto cuenta con la financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la convocatoria pública de subvenciones a entidades del Tercer Sector para actividades de interés general consideradas de interés social en materia de investigación