El mar es particular, es diferente, es otro mundo. Y también lo son los espacios marinos protegidos. En ellos no existe la propiedad privada, son vastos y diversos, y se mezcla una amalgama de competencias, usos, actividades y regulaciones particulares, que van desde lo local hasta organismos internacionales. Todo ello los hace singulares respecto a los espacios protegidos de tierra firme, y convierte su gobernanza en un gran desafío y una necesidad para lograr su gestión eficaz. España tiene un tesoro en sus interminables costas y sus vastos mares. Desde el corredor migratorio de cetáceos del Mediterráneo a las rías gallegas, de las ricas aguas de Canarias a los cañones submarinos de Girona, nuestro país acoge una diversidad fascinante de medios de vida ligados al mar, que conviven con una fauna y flora sin igual en Europa.
La conservación marina en España ha dado un salto de gigante en los últimos años, con un enorme esfuerzo de investigación a través de proyectos como el LIFE+INDEMARES, que está permitiendo conocer mucho mejor la realidad de las aguas españolas, y que ha contribuido a un notable incremento de los espacios marinos protegidos. En ellos debe existir una gestión adecuada, que compatibilice los usos y actividades con la riqueza y diversidad de nuestros mares. Esa gestión debe incluir también un conocimiento amplio y multidisciplinar, que contribuya a la adaptación y minimice el riesgo de los espacios marinos protegidos frente al cambio climático.
La urgente necesidad de frenar y reparar el deterioro ambiental se enfrenta al reto de comprender la relación que mantenemos con la biosfera: el desarrollo y bienestar humano dependen de la salud de la biodiversidad. Entender esa interacción es especialmente relevante en las áreas costeras y marinas, que sufren amenazas como la sobreexplotación de recursos, la destrucción y fragmentación de los ecosistemas o la contaminación. Estamos en un momento crucial, donde muchos intereses económicos apuntan directamente al mar como nicho de nuevas oportunidades. Al mismo tiempo, Europa apremia a poner orden y anticiparse a potenciales problemas y conflictos. Hacia una gobernanza eficaz de la Red Natura 2000 marina La gran extensión y diversidad de los espacios marinos que integran la Red Natura 2000 en España hacen de su gobernanza un verdadero desafío. Dificultan esa labor peculiaridades como la inexistencia de la propiedad privada, el reparto de competencias o el creciente número de actividades con su particular regulación. Pero una correcta gobernanza es vital para lograr una gestión que asegure la conservación de los hábitats y especies de la Red Natura 2000 marina. Al mismo tiempo afrontamos retos previos como el diseño de planes de gestión coherentes y eficaces, la integración de las diferentes políticas marinas sectoriales, o la implementación del Marco de Acción Prioritaria para la financiación de la Red Natura 2000 en España (MAP) hasta 2027, que deben ser tenidos en cuenta. Por ello, los socios del proyecto LIFE IP INTEMARES acordamos abordar, en el marco del proyecto, una Estrategia de gobernanza marina participativa que tiene como objetivo contribuir hacia un cambio de modelo que apoye la gestión eficaz de los espacios marinos protegidos en España.
En este modelo destaca un cambio de paradigma en el modo en que se producen las relaciones administrativas, con una participación real y efectiva de distintos sectores públicos y privados, que permita gestionar los recursos de forma más eficiente y sostenible social, económica y ambientalmente. La Estrategia de Gobernanza ha sido elaborado de forma participativa a partir de las visiones y necesidades de los socios del proyecto, los usuarios y los gestores de la Red Natura 2000 marina del territorio español.
Un proceso colectivo y participativo para construir ese nuevo paradigma, a la altura de los retos que tiene por delante la conservación de la Red Natura 2000 y que de forma gradual se han iniciado diferentes experiencias demostrativas para su aplicación.