Los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs) son un grupo de más de 100 compuestos químicos que surgen como productos secundarios durante los procesos de combustión incompleta del carbón, petróleo, gas, madera y otras sustancias orgánicas. El benzo(a)pireno se utiliza como indicador de la presencia de HAPs en la atmósfera, siendo el único que tiene un valor objetivo en las directivas de la calidad del aire. Este contaminante ha sido clasificado por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) como agente cancerígeno.
En los últimos años ha habido un notable aumento de instalaciones domésticas e industriales de calderas asociadas a la biomasa, dando cumplimiento a la normativa de diseño ecológico. Según los informes anuales de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), en Europa central y oriental existe un incremento de las concentraciones de material particulado y de benzo(a)pireno, debido principalmente a la quema de combustibles sólidos, como el carbón y la madera para calefacción doméstica y el uso de combustibles fósiles en la indústria. Este contaminante se encuentra entre los que presenta un mayor porcentaje de población expuesta a concentraciones del aire por encima de los niveles de referencia de la UE (un 17%) y de la OMS (un 66%). En España, el año 2013 se superó el valor objetivo anual de benzo(a)pireno en Manlleu (Plana de Vic).
Cabe destacar que se trata de un contaminante muy estacional, en el que las concentraciones más elevadas se observan en invierno. Normalmente esto es debido al aumento de las emisiones de combustión, a la menor altura de la capa de mezcla y a la reducción de la degradación fotoquímica de los HAPs.
Desde el año 2014 la Diputación de Barcelona realiza estudios de niveles de benzo(a)pireno, en los que la concentración se determina a través del análisis de los filtros de partículas PM10, ya que prácticamente el total se encuentra en la fracción sólida. En la mayoría de los estudios los filtros se han captado entre noviembre y febrero, coincidiendo con el período de bajas temperaturas. Se han analizado un total de 351 muestras para 18 estudios, en los que se ha obtenido unas concentraciones promedias entre 0,06 y 4,37 ng/m3. Para considerar el promedio anual se ha realizado una estimación siguiendo la tendencia observada en la red de estaciones de vigilancia y previsión de la contaminación atmosférica a lo largo del año. Es interesante evaluar zonas que pudieran tener niveles elevados de benzo(a)pireno que afecte a la población.