La Unión Europea ha aprobado su VIII Programa de Acción en Materia Medioambiental hasta 2030 en coherencia con los pasos dados a lo largo del Programa hasta ahora vigente, con el Pacto Verde Europeo y la Ley Europea del Clima como banderas con una clara finalidad. Para ello, en su articulado se incorpora un listado de objetivos prioritarios a través de los cuales se pretenden incorporar diversas acciones y medidas, de forma paulatina, de cara a alcanzar la neutralidad climática con el año 2030 como referencia, pero con el 2050 como principal meta.
Tanto en el ámbito nacional como municipal se deberán desarrollar planes que preparen a la sociedad a estos nuevos retos y que conviertan a las ciudades en más resilientes de cara los efectos adversos que provocará que provocará el cambio climático. Con una mayor concienciación del problema, la respuesta debería ser más rápida y efectiva. Por esta razón, se considera fundamental la participación municipal (no sólo de la corporación gobernante, sino también sus ciudadanos) a la hora de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Está demostrado que el cambio climático ejercerá una influencia cada vez mayor sobre la sociedad y que esta tiende a aglutinarse en las ciudades. Esto implica que tanto las experiencias como las acciones emprendidas en estos espacios podría tener una capacidad decisiva sobre la evolución y velocidad con la que se pueda producir la adapatación.
A lo largo de esta investigación se quiere dar respuesta al grado de posible participación de los municipios en los objetivos planteados por el VIII Programa de Acción en Materia Medioambiental. En este sentido, a través de las competencias municipales se determinará la vinculación que pueden tener los municipios a este tipo de Programas independientemente de que sean llevadas finalmente a cabo por los distintos gobernantes municipales.