Las islas mediterráneas, y las Baleares en particular, soportan en verano una altísima presión provocada por el anclaje de grandes embarcaciones de recreo en aguas someras de la costa que están afectando seriamente al ecosistema marino. En este proyecto se propone una metodología orientada a la búsqueda de fórmulas que limiten el fondeo indiscriminado de barcos y yates, principalmente los de grandes dimensiones.
Con este fin, se propone la instalación de boyas para la recepción de los medios de anclaje y evitar el daño que producen en los fondos marinos, en particular sobre las praderas de posidonia oceánica y facilitar su repoblación, supervivencia y protección. Las boyas tendrían también un propósito disuasorio y pedagógico, ya que parte del proyecto pivota sobre la concienciación de los usuarios.
En este sentido se propone utilizar como recurso otro de los mayores problemas para el ecosistema marino: la materia prima para su fabricación se obtendrá reutilizando los residuos plásticos recogidos en la zona. Como no se puede controlar qué tipos de polímeros se recuperan (diferentes tipos de termoestables y de termoplásticos), se propone producir un nuevo material. Así como para el hormigón se emplean como relleno áridos de diferentes granulometrías y como ligantes agua y cemento, con el mismo criterio se propone utilizar polímeros termoestables como relleno y termoplásticos como ligantes.
El proyecto propone incluir una metodología ágil y eficiente que facilite la repoblación de las praderas marinas, basada en estructuras reticulares fabricadas por impresión 3D para contener las semillas evitando su dispersión por el movimiento del agua.