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Desde la Agencia Española ISBN se ha concedido el siguiente número ISBN para las comunicaciones técnicas: 
 

978-84-09-46920-8
Recopilación de Publicaciones Científico Técnicas y de Difusión de Proyectos aceptadas en el Marco del Congreso Nacional del Medio Ambiente

(Los contenidos de las comunicaciones técnicas y de los póster son exclusiva responsabilidad de sus autores)


Índice de Resiliencia Agroecosistémico (IRAg): metodología para la evaluación de la agrobiodiversidad

Autor: José Alejandro Cleves Leguizamo
investigador, Profesor Titular
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC).
Formato: Comunicación técnica escrita
Tipo: Difusión de Proyecto
Temática: Biodiversidad
ODS relacionados: Acción por el clima, Vida de ecosistemas terrestres
Documentos asociados: Doc. Escrito
Resumen:
La literatura reporta diferentes metodologías con numero variable de indicadores o criterios, presentándose en algunos casos deficiencias conceptuales al considerar que los componentes del sistema tienen características y respuestas similares de carácter lineal, es decir sin manifestar diferencias frente a la acción del disturbio. Los sistemas agropecuarios permanentemente son afectados en su estructura y función por perturbaciones de diferente origen tanto natural, como antrópico v.gr la ocurrencia de eventos climáticos adversos, políticas públicas, oscilaciones del mercado, organización comunitaria, papel de las instituciones, disponibilidad de información oportuna y de recursos económicos, logísticos, técnicos, administrativos o de infraestructura entre otros múltiples factores. Ante la ocurrencia de estos eventos, el sistema afectado responde interactuando en forma dinámica con el disturbio, mediante la propiedad emergente de los sistemas abiertos denominada resiliencia. Conceptualmente se consideran dos tipos de resiliencia: la natural, de carácter general está asociada al genoma y a la oferta ambiental; y la adquirida, de carácter específico se encuentra vinculada estrechamente a la naturaleza del disturbio. En las últimas décadas, este concepto, ha motivado el desarrollo de numerosas investigaciones científicas, debido a alta recurrencia e intensidad de eventos climáticos extremos, con evidentes efectos en las poblaciones más vulnerables, generando graves afectaciones en la salud, la productividad y fundamentalmente la seguridad alimentaria, causando severas hambrunas y desplazamientos forzados. Originalmente este concepto fue analizado por los ingenieros, al indicar como la capacidad que tienen algunos materiales de responder a la acción de fuerzas o tensiones. En los años cincuenta Werner y Smith la introdujeron a la psicología definiéndola como la capacidad que tienen los seres humanos de responder, adaptarse y aprender de las situaciones críticas. Resultados previos han podido evidenciar la pertinencia de la presente propuesta metodológica para conservar e inclusive aumentar la productividad de diferentes agroecosistemas tanto agrícolas, pecuarios o forestales. Teniendo en cuenta la anterior problemática planteada, se planteó como objetivo principal proponer a la comunidad científica internacional una alternativa metodológica para el análisis de la agrobiodiversidad denominada Índice de Resiliencia Agrooecosistémico (IRAg) corroborando la hipótesis planteada en el sentido que agroecosistemas con mayor agrobiodiversidad son más resilientes en escenarios de cambio y variabilidad climática.

Objetivos:
La literatura especializada reporta diferentes metodologías para evaluar la resiliencia, considerada como la capacidad de respuesta y adaptación de los agroecosistemas ante la ocurrencia de fenómenos climáticos asociados con la variabilidad y cambio climático. En las últimas décadas, este concepto, ha motivado el desarrollo de numerosas investigaciones científicas, debido a alta recurrencia e intensidad de eventos climáticos, con evidentes efectos sobre las poblaciones más vulnerables. Se consideran dos tipos de resiliencia: la natural, de carácter general está asociada al genoma y a la oferta ambiental; y la adquirida, de carácter específico se encuentra vinculada estrechamente a la naturaleza del disturbio. El objetivo principal es proponer una nueva metodología denominada Índice de Resiliencia Agroecosistémico (IRAg), cuyos resultados preliminares evidencian la pertinencia de la presente propuesta para conservar e inclusive aumentar la productividad de los sistemas agropecuarios.

Acciones:
La investigación se originó con la tipificación de los productores estructurándose 6 grupos de agricultores o dominios de recomendación cada uno de ellos con atributos y necesidades particulares. Con base en las variables temperatura y precipitación se efectuó la caracterización climática del área de estudio y su relación con indicadores mesoclimáticos. Una vez se constató la incidencia de las variables climáticas se procedió a analizar la capacidad de adaptación y de respuesta de los agroecosistemas ante la incidencia de oscilaciones climáticas, a esta característica emergente se denomina resiliencia. A continuación, se revisó la pertinencia de diferentes metodologías propuestas para la evaluación de la resiliencia constatándose que es una actividad que incluye el análisis de la complejidad de las interrelaciones ecosistémicas y culturales que definen a los agroecosistemas. Finalmente se procedió a proponer la metodología denominada Índice de Resiliencia Agroecosistémico

Resultados:
Con el fin de obtener una herramienta de evaluación más integral y que se encuentre soportada de manera conceptual en las relaciones ecosistema-cultura o sociedad-naturaleza y teniendo en cuenta la complejidad, al igual que la acción del azar y de la incertidumbre, se propuso el Índice IRAg correspondiente a la sumatoria de 40 parámetros, generando un resultado de 100 unidades. Cada resultado se evalúa en una escala comprendida entre 1, 3 o 5; la calificación obtenida estará en un rango comprendido entre 100 – 500. El principal aporte metodológico, es la utilización de indicadores (cualitativos, cuantitativos) generados a partir del análisis ponderado de los atributos, de los agroecosistemas. La metodología disminuye la subjetividad del evaluador, identificando los ajustes requeridos para fortalecer los componentes del sistema con algún grado de afectación, de tal manera que se pueda garantizar la producción y la conservación de los recursos.